Relajación

 

El canto necesita como instrumento musical afinado todo tu cuerpo y mente. Para ello cuerpo y mente deben estar relajados.

 

Mueva lo más suave y relajadamente la cabeza de un lado hacia otro, hacia atrás y adelante, en círculos hacia un lado y hacia otro, intentando siempre la relajación, nunca la tensión y mucho menos el dolor.

Haga lo mismo con la lengua, ojos, nariz, boca, hombros, cintura, brazos, piernas, tronco y con todo su cuerpo.

 

Hay quienes combinan el canto con alguna actividad física sana y moderada para así preparar su cuerpo y mente para el canto.