CANCER

Fuente : El tao de la salud - Daniel Reid

 

Según la medicina tradicional china y los estudios occidentales más avanzados, el cáncer se presenta cuando una masa de células de algún tejido se vuelve tan tóxica y tan desprovista de alimentos orgánicos que ya no puede respirar correctamente, es decir, no puede eliminar sus desechos y absorver nutrientes.

 

Por esta razón, dichas células literalmente “fermentan” en sus propias toxinas, sufren una mutación y se convierten en un tumor canceroso.

 

Esta condición puede deberse a diversos factores: mala alimentación crónica, con exceso de carnes y huevos cocidos, féculas y azúcares refinados, e insuficiencia de alimentos crudos, enzimas y nutrientes orgánicos ; falta de ejercicio físico ; respiración superficial ; tensión crónica y depresión.

 

La primera y principal medida terapéutica es la desintoxicación, con una serie de ayunos o ayunos medios, acompañados de limpiezas de colon.

 

A continuación una dieta de fruta cruda.

 

Ejercicios respiratorios son muy beneficiosos, juntamente con la desintoxicación y una correcta nutrición orgánica, pues hacen circular los nutrientes hasta las células e impregnan todos los tejidos con un abundante suministro de qi.

 

La uva cruda, especialmente la negra, tiene fama de ser una excelente terapia cuando se consume como dieta exclusiva durante períodos prolongados. Desintoxica todos los tejidos y órganos, restaurando l integridad orgánica de las células afectadas.

 

Alimentos por evitar : todos los productos animales, especialmente las proteínas y las grasas, es decir, nada de carne, grasas, huevos , leche, etc. ; féculas y azúcares refinados ; hidratos de carbono ; aceites.

 

 

Coma solamente fruta fresca.

CÁNCER

 

[ Fuente : La medicina natural  - Manuel Lezaeta, pág. 395 ]

 

Al hablar de "cáncer" debería más apropiadamente hablarse de "cancerosis", porque no se trata de una afección local, sino de un estado general de descomposición y degeneración orgánica por una sangre gravemente maleada a consecuencia de desarreglos digestivos crónicos y una deficiente actividad eliminadora de la piel del enfermo. Se explica así que la predisposición al cáncer sea hereditaria, ya que los hijos heredan la calidad de la sangre de sus padres. También así se explica que los hijos cancerosos puedan librarse de su maligna herencia si regeneran su propia sangre mediante buenas digestiones y una permanente actividad eliminadora a través de la piel.

 

Como afirma el doctor William Sanford, el diagnóstico del cáncer, como causa de muerte, es generalmente falso. Por mi parte, puedo asegurar que todo enfermo muere de malas digestiones debido a la fiebre destructiva de sus entrañas. Esto se revela en el iris de los ojos del sujeto, cualquiera que sea el nombre o manifestación de su dolencia.

 

El canceroso muere de malas digestiones y deficiente eliminación de su piel, riñones e intestinos. Y todo esto como resultado de un crónico desequilibrio térmico de su cuerpo por fiebre gastrointestinal. Si el enfermo normaliza su digestión, se salva. Esto solo será posible combatiendo la fiebre interna y afiebrando la piel.

 

La muerte del canceroso no es producida por el tumor, sino cuando se impide las funciones de nutrición o eliminación de su organismo.

 

El tumor NO es la "enfermedad", es decir, NO es el enemigo de la salud que debemos extirpar con la cirugía o destruir con las radiaciones. En todo caso, constituye una defensa orgánica, revelando que la Naturaleza deposita en él materias extrañas a su economía, siempre derivadas de la herencia, de graves y crónicos desarreglos digestivos y de una deficiente eliminación a través de la piel del enfermo. Con esta defensa, el organismo evita que materias mortíferas circulen libremente por el cuerpo, destruyendo la vitalidad debido a su acción corrosiva en órganos nobles, como el sistema nervioso, corazón, pulmones, hígado, riñones y cerebro.

 

Los tumores son benignos o malignos según sea el estado de defensa orgánica del sujeto. Cuando el aparato digestivo y la piel del enfermo funcionan bien, no puede presentarse la forma maligna de los tumores o abscesos, porque la fuerza vital mantenida por la normalidad funcional de su organismo producirá la supuración con abundante expulsión de pus o los reabsorverá para eliminar por la piel, riñones e intestinos la materia corrompida que contienen. La ausencia de esta actividad defensiva del cuerpo afectado hace que se presenten los tumores malignos, duros y que no reaccionan naturalmente. Su extirpación sólo es un éxito pasajero, porque no se va la causa, que está en la sangre maleada del enfermo.

 

Todo tumor denuncia un estado de desarreglo funcional crónico muy antiguo, una sobrecarga de sustancias extrañas acumuladas por una vida innatural y, especialmente, por un régimen alimenticio inadecuado.

 

El tumor maligno siempre tiende a crecer porque, de ese modo, el organismo procura su defensa del proceso morboso.

 

El tumor se inicia con la acumulación de materrias mórbidas entre los tejidos. La naturaleza procura aislar estas materias extrañas cuando se ve incapacitada para eliminarlas. Los tejidos nuevos que se forman para enquistar dichas materias son también víctimas de la acción irritante de una sangre gravemente maleada. De ahí la inflamación creciente de los tejidos y su muerte por intoxicación.

 

La medicina facultativa no consigue evitar el mentado cáncer, puesto que se desentiende de cuidar la normalidad funcional del cuerpo humano y sólo se dirige a combatir el efecto del desarreglo funcional. Esta medicina tampoco puede curar esta dolencia, porque ignora los recursos naturales y activas eliminaciones, único medio para auxiliar al organismo enfermo y permitirle reaccionar contra este mal.

 

Sir Arbuthnot Lane, autoridad mundial en medicina, en un estudio sobre el cáncer, ha escrito : " En lugar de estudiar la alimentación y la desintoxicación del cuerpo humano, hemos estado estudiando gérmenes... El mundo está en un camino errado. Libremos al cuerpo de sus toxinas y alimentémonos correctamente, y estará hecho el milagro de la salud ".

 

En un estudio, fruto de largos años de experiencia en Berlín y París, el médico germano Von Brahmer, señala a la Academia de Medicina que la sangre impura produce el cáncer.

 

Puesto que la medicina facultativa se ve impotente para curar el cáncer, por su incapacidad para purificar la sangre, practica la cirugía extirpando el tumor canceroso, con lo que generalmente sólo se consigue martirizar al enfermo y esparcir más la materia corrompida por todo su cuerpo.

 

A propósito de esto, el padre Tadeo afirma : " Puedo decir que toda operación de cáncer, si no es nociva, es por lo menos inútil y superflua. La razón está en que el cáncer es una enfermedad general de la sangre y, por tanto, debe ser combatida mediante un tratamiento general de todo el cuerpo, siendo secundario el tratamiento local ".

 

¿ Y qué diré de los rayos X y las radiaciones ?

 

El doctor Ekuard, técnico sueco que aquí, en Chile, aplicaba los rayos X para "curar" tumores cancerosos, murió por degeneración orgánica después de haber soportado la amputación de dedos, manos y brazos, gangrenados por dichos rayos.

 

Más peligroso aún y destructivo de la vida orgánica es el radio. Sus víctimas son cada día más numerosas, no sólo entre los pacientes, sino también entre los médicos que lo usan como agente curativo.

 

El prominente radiólogo francés y director del hospital Lariboisiere, el doctor Félix Dobligeois, en quince años fue sometido a cinco amputaciones, en las que perdió ambos brazos.

 

El horroroso proceso de muerte lenta causada por el radio ha sido demostrado con el fallecimiento del famoso radiólogo parisiense Charles Vaillant, uno de sus primeros técnicos. Después de haber sido sometido a 14 operaciones en 20 años de trabajo, perdiendo en las sucesivas intervenciones quirúrgicas falange tras falange, dedo tras dedo, miembro tras miembro, sus dos brazos y parte de una pierna, debido al cáncer producido por el radio, lo que quedó de él sucumbió.

 

Finalmente, otro de los "remedios" que estuvo de moda para hacer desaparecer el cáncer fue la inyección de ponzoña de serpiente cobra.  ¿ Habrá forma de probar con lógica, es decir, científicamente la posibilidad de purificar la sangre de un enfermo intoxicándola con un mortífero veneno ?... Con razón el cáncer es incurable para la medicina que usa tales recursos... En cambio, mi Doctrina Térmica no "cura" el cáncer, pero restablece la salud del canceroso, siempre que no haya sido envenenado, mutilado o quemado por rayos X o radiaciones. 

 

 

TRATAMIENTO

 

Tanto si el tumor se presenta en el tubo digestivo como en el aparato respiratorio, hígado, riñones o pecho ; tanto si la dolencia es visible exteriormente como si se halla en el interior del cuerpo, siempre debemos tener presente que el cuerpo es un todo indivisible, regado por un solo fluido vital, su sangre, y accionado por una solo energía, su actividad nerviosa. Esta unidad orgánica no permite que el organismo se enferme parcialmente, de ahí que no pueda hablarse de enfermedad local, sino de enfermo integral con diversas manifestaciones localizadas, según las condiciones del individuo afectado.

 

El médico, en lugar de empeñarse en "curar" el cáncer, debe pensar sólo en restablecer la salud integral del canceroso, es decir, la normalidad funcional de su organismo, la cual sólo puede existir mediante el equilibrio térmico de su cuerpo. No se trata de curar, sino de normalizar refrescando las entrañas del enfermo y afiebrando su piel y extremidades.

 

El iris de los ojos de estos enfermos siempre revela una grave impurificación de la sangre y tejidos de su organismo, destacándose en el espejo iridal un color sucio, más o menos osuro, además de una gran congestión de su aparato digestivo, es decir, fiebre interna, y también una deficiente circulación sanguínea en la piel, extremidades y cerebro.

 

Estas revelaciones indican claramente que el tratamiento para normalizar la salud del enfermo de cáncer debe dirigirse a purificar su sangre refrescando las entrañas a fin de obtener buenas digestiones, y afiebrar su piel para activar la eliminación de lo malsano a través de los poros. Regenerando así el fluido vital, estos enfermos alejarán de su cuerpo su dolencia, porque lo que da salud cura la enfermedad.

 

Tengamos siempre presente que el enfermo que normaliza su digestión triunfa sobre todos los males, porque el estómago es la fábrica donde se fragua la salud y la vida del cuerpo. Pero como la digestión consiste en la transformación de los alimentos en sangre mediante su fermentación, proceso que solo puede ser sano a la temperatura de 37 grados centígrados, resulta que la salud es cuestión de temperatura y no de remedios, sueros, inyecciones, vacunas, rayos X, radiaciones y menos cirugía.

 

Precisamente estos recursos para curar el cáncer son impedimentos insalvables para restablecer la salud del enfermo de cáncer.

 

El régimen de salud que seguirán indefinidamente estos enfermos será el siguiente :

 

En ayunas, ingerir una cucharada de linaza entera en infusión desde la noche anterior con 4 o 6 ciruelas, para mantener el vientre regulado. Si es necesario, aplicarse una lavativa.

 

Al despertar y a media tarde, cada día, un baño genital de 20 a 40 minutos.

 

Antes de almuerzo y diariamente, un Lavado de la Sangre, con vapor de cajón o al sol en verano, si prefiere.

 

Dormir con una cataplasma de barro sobre el vientre, cuidando la reacción si es necesario con ortigadura de la piel, y respirar aire puro día y noche.

 

La dieta deberá ser exclusivamente cruda, de frutas o ensaladas sin sal, a la hora que se quiera y en la cantidad que se desee.

 

Con aplicaciones locales se empleará una cataplasma de fenogreco, que reblandece y abre tumores [usada con cuidado pues y con la guía de un médico cualificado, ya que puede producir incluso que la piel se abra para expulsar el tumor o lo malsano, como una especie de herida que se abre, la cual con el debido cuidado volverá a cerrarse].

 

La cataplasma de barro natural también está indicada para refrescar y descongestionar las partes afectadas. Además tenemos los emplastos de cuajada de leche cruda para desinflamar y calmar localmente.

 

Tengamos siempre presente que, al igual que todo enfermo, el que padece de cáncer muere de malas digestiones y no de tumores, salvo que éstos impidan la nutrición y la normal eliminación.

 

ALGUNOS CASOS DE EJEMPLO

 

Continuará...