EL OJO Y SUS DOLENCIAS

[ Fuente: "La medicina natural al alcance de todos" - Manuel Lezaeta Acharán ]

 

Uno de los errores más corrientes y perjudiciales, tratándose de afecciones de los ojos, consiste en considerar sus dolencias como locales y concretar su tratamiento al órgano afectado. Con seguridad puedo afirmar que para curar debidamente las enfermedades de la vista, es indispensable conseguir la normalidad digestiva, siendo secundario el tratamiento local. Dolencias de estos órganos adquiridas por causas externas, precisan aplicaciones desinflamantes como el barro o la cuajada de leche, que quita la irritación rápidamente.

 

Los ojos enferman a consecuencia de impurificación de la sangre viciada por vida innatural, y especialmente por efecto de malas digestiones debido al calor febril del intestino. Así, supuraciones, opacidad, nubes, inflamaciones, cataratas, desprendimiento de la retina, ectétera, son efectos de la causa apuntada.

 

Afirmamos, pues, que además de cierta predisposición, las dolencias de los ojos se adquieren como consecuencia de malas digestiones y afeminamiento de la piel de la persona. De aquí que ellas deben tratarse restableciendo la normalidad digestiva, para lo cual es preciso refrescar el interior del vientre siempre afiebrado en todo enfermo, y activar su piel. Se comprende así que las intervenciones quirúrgicas en estas afecciones, cuando no son perjudiciales, son inútiles, consiguiéndose con ellas solo mejoría pasajera, pues no remueven la causa de la dolencia, la que continuará en acción.

 

Tratamiento

 

Para mejorar los ojos hay que actuar refrescando el interior del vientre para normalizar la digestión y activar la piel afiebrándola con mi Lavado de la Sangre diario.

 

Los enfermos de la vista asegurarán curación estable con tratamiento que normalice sus funciones orgánicas, cosa que no lograrán si se trata solamente al órgano enfermo.

 

El que padece de una afección a la vista, debe hacer moderado uso de ella, evitando cansarla en trabajos forzados y con luz artificial. La cataplasma de fenogreco es eficaz cuando se trata de disolver nubes en los ojos, y la cataplasma de cuajada de leche cuando se trata de inflamaciones agudas. Ambas se aplican sobre el párpado. La cataplasma de barro se aplica sobre los ojos afectados por algún accidente

 

En casos agudos y en los niños, se seguirá régimen indicado en "Primeros Auxilios". [que lo puede encontrar en el libro "La medicina natural al alcance de todos" de Lezaeta y que espero transcribir en esta página pronto]

 

Sin perjuicio de lo dicho, enfermos crónicos seguirán con constancia Régimen de Salud deñ Capítulo XXII. [que lo puede encontrar en el libro "La medicina natural al alcance de todos" de Lezaeta y que espero transcribir en esta página pronto]

 

Con las indicaciones anteriores, pueden tratarse todas las dolencias de los ojos conocidas por los nombres de conjuntivitis aguda simple, conjuntivitis purulenta, oftalmía purulenta, conjuntivitis escrofulosa, conjuntivitis tracomosa, enfermedades de la córnea, orzuelo, inflamación de los párpados, catarata, inflamación y degeneración del nervio óptico, retinitis o inflamación de la retina, trastorno de la retina, miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismo u ojos bizcos y glaucoma.

 

Por fin, puedo afirmar que toda persona que necesite lentes por deficiencia de la vista, es enferma crónica de su aparato digestivo y generalmente por estreñimiento.