10
Extremidades, brazos y piernas: para echar a volar la imaginación
Así como "quién come calladito come dos veces", el que siembra de a poco puede cosechar hasta que aguante.
9
El abdomen: una caída a la perdición
Las caricias en el abdomen, que suben por el medio de los pechos casi sin tocarlos y luego vuelven a descender peligrosamente sin remate...¡Uf! Eso dicen ellas.
8
Popín: la palmadita castigadora que nunca falla
Las famosas nalgadas (con moderación por fa) y el roce que va creciendo en intensidad a medida que se van soltando los soportes de la virtud, pueden milagros.
7
Monte de Venus: donde sólo los elegidos hacen cumbre
El sector alto del tesorito, allí donde debiéramos estar pasando a la segunda etapa del encuentro amoroso es un sector que no es tomado en cuenta por ellos, reclaman las chiquillas.
6
Muslos: el calentamiento al encuentro pecaminoso
El camino es este. Hay que partir acariciando la parte externa de los muslos en forma ascendente, luego avanzar por el frente sin pasar para la punta y terminar en la parte interna...como yendo para atrás. Así vamos dados para el éxito. .
5
Espalda: un tour de caricias y besos
La espalda es un sector que la mayoría de los galanes no agarre ni para la web, pero vayan enterándose que los masajes sobretodo en la zona lumbar preparan para cualquier batalla.
4
El beso calentón
La boca es uno de los puntos erógenos femeninos más potente. Los besos suaves, apasionados, húmedos y acompañados de caricias son reconocidas como otras de las caricias más excitantes durante un encuentro.
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Sector pechugas: donde se alimenta la pasión
Nada que decir, las fantasías de la delantera tienen poco competidores. Pero, ojo que acá si te arriesgas y de una te vas de una es probable que la hagas corta...demasiado cortita.
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Cuellos y oído: allí donde afloran las cosquillas prohibidas
Aunque cueste creer el cuello y los oídos están entre las partes más sensibles de una mujer y es, sencillamente, lo que la mayoría de ellas piden a gritos en la previa de un encuentro amoroso
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Clítoris: el botón del éxtasis
Como la boca, el clítoris es una de las zonas erógenas con más terminaciones nerviosas, permite que las caricias sean fáciles de disfrutar pero también la convierte en un área fácil de lastimar, por lo que deben ser suaves y poco a poco puede aumentar la intensidad. Ojo que estas caricias son de la segunda etapa.