Ser diferentes ayuda hasta en los negocios

Hoy entre esos correos no deseados que me llegaron, que para ser sincero algunos leo, encontré un comentario de una persona que cambiando de canales al azar se tropezó con una película de Jim Carey.

Parece que se detuvo porque observó como este comediante y otro personaje venían vestidos de esmoquin azul y naranja, respectivamente. Sus trajes contrastaban con bastones y sombreros de copa en sus manos. Para rematar venían en un coche tirado a caballo.

Si no ha visto la película, comentaba el email que acaparó mi atención, imagínese a estos dos personajes en anaranjado y azul bailando un vals en etiqueta. De seguro esto llamaría la atención de cualquiera.
 
A menos que…
…todo el mundo estuviera vestido con colores brillantes o de forma estrafalaria lo cual haría de estas personas algo completamente imperceptible.
 
 
La idea es esa, que en la gran mayoría de los negocios y actividades que vemos y nos presentan lo que vemos es una realidad repetitiva hasta la saciedad que cada cual cree que es única, pero que se ha difundido de una forma tal que ya conocemos el final antes de que terminen de contárnoslo.
 
Entonces pienso que el enemigo número uno de nuestros negocios es precisamente la repetición constante de la misma idea que ha sido copiada y copiada y quien la trasmite la manifiesta como el gran acontecimiento.
 
Voy a poner un ejemplo que pudiera parecer complejo pero es simple: La bolsa de valores. Las acciones de la bolsa suben por un fenómeno de oferta y demanda, básicamente. Si muchos compran una acción, aumenta su demanda y por ende ésta sube de valor porque hay muchas personas accediendo a lo mismo. Pero una vez que esa demanda sube, llega a un punto de cierta saturación porque las personas que la compraron y ven que ese valor subió sienten que tienen ya una diferencia entre lo que invirtieron y lo que vale hoy y vendiéndola pueden obtener una ganancia y empiezan a vender y esas acciones entonces pierden valor.
 
Digamos entonces que la bolsa, junto con otros negocios es un juego que sube y baja según el pensamiento social. En otras palabras su subida y bajada depende de lo que la gente piense que puede o no puede hacer con esas acciones que conforman la bolsa o de lo que la gente piense que puedan valer a futuro.
 
Los negocios son afectados por el pensamiento social. Hay una palabra que puede definir el empuje inicial de un negocio en pleno crecimiento: Ímpetu o momentum.  Y ella está relacionada con lo que la gente cree que puede hacer o tener en un momento determinado. Es la novedad, lo que nadie o pocos hacen. Robert Kiyosaky un empresario y escritor norteamericano, hoy millonario, dice que cuando veas las grúas de construcción en la ciudad, ya el boom de los bienes raíces pasó.
Hoy en día donde somos bombardeados con información constantemente, donde hemos recibido en los últimos 30 años mucha más información que en los pasados 500, mantener un concepto en la etapa de novedad nos hace estar buscando cambios continuamente.
 
Si su negocio le funciona hoy y cree que le seguirá funcionando mañana con el mismo pensamiento de ayer lamento decirle que la tendencia es a que no pueda seguir operando igual, aunque haya excepciones como en todo.
 
¿Cuál es el principal enemigo de su negocio hoy en día?  La Igualdad.
 
Recuerdo que cuando pequeño me compraron una camisa que me encantaba y mi padre un día me la desapareció. Cuando le pregunté el por qué me dijo que era una camisa “todos-tenemos”.

 
 
Con la explosión del internet en los últimos años, cada compañía bajo el sol tiene un sitio con técnica flash (los objetos se mueven y son muy animados gracias a esa técnica), tienen los mismos videos, casi todos dicen lo mismo, venden los mismos sueños y hacen los mismos engaños.  Y aunque no estoy en contra de ello, la pregunta que al menos me hago es ¿en dónde quedamos si no nos damos cuenta de que no procedemos a satisfacer ese reclamo porque nos están repitiendo lo mismo? ¿donde quedamos si no tomamos esa experiencia para hacer exactamente lo contrario de lo que la mayoría hace?
 
No repita la misma oración que todos repiten hoy en día ofreciendo oportunidades y negocios fabulosos, que si existen y andan por ahí pero que los pregoneros han devaluado al extremo. Si quiere prosperar en su negocio haga la diferencia.Si quiere que su negocio valga, hágalo valer, pero usted necesita el valor primero: sea único.